31.03.2011
Firmas para apoyar el reconocimiento del Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple
EL SECTOR ECOLÓGICO EN APOYO DE LOS ENFERMOS AMBIENTALES
FIRMAS PARA APOYAR EL RECONOCIMIENTO DE LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE
Enlace para apoyar la petición
A la atención de Excelentísima Sra. Dña. Leyre Pajín
Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad
Las personas y entidades que le dirigimos este escrito estamos comprometidas en favor de un modelo productivo que contribuye a la salud de las personas y de la Naturaleza y, por nuestra especial sensibilidad en estos asuntos, no podemos permanecer indiferentes viendo como crece el número de personas que enferman a consecuencia de la creciente presencia de sustancias y elementos tóxicos presentes en nuestro entorno y frecuentemente en productos de consumo cotidiano.
Miles de investigaciones, publicadas en revistas científicas del máximo prestigio, muestran un panorama muy preocupante acerca del peso que pueden tener estos factores en la salud humana.
Las más diversas entidades internacionales han hecho llamamientos instando a los gobiernos a tomar medidas. Podemos citar, entre otras, la resolución del Parlamento Europeo de 4 de septiembre de 2008, dentro del Plan de Acción Europeo Medio Ambiente y Salud 2004-2010, que pedía de forma vehemente que se hiciése prevención de las enfermedades ambientales causadas por la contaminación química, cuyas tasas de incidencia no paran de crecer.
No obstante, lo que se está haciendo, al margen de quién ocupe el poder en un momento u otro en los distintos países, dista mucho de ser suficiente.
Ejemplo claro de ello es la situación que padecen los afectados por una de las enfermedades a las que aludía explicitamente la citada resolución del Parlamento Europeo: la Sensibilidad Química Múltiple (SQM), enfermedad que ya ha sido reconocida oficialmente en países como Alemania, Austria o Japón, mientras se avanza hacia su reconocimiento en otros.
En España un comité del Ministerio de Sanidad ha estado trabajando en el tema, pero los avances son muy lentos y mientras la situación de muchas de las personas que sufren este problema es realmente pavorosa.
Son personas que con frecuencia se ven muy imposibilitadas en su vida cotidiana ya que manifiestan una severa intolerancia a la exposición a niveles “bajos” sustancias químicas que son usadas cotidianamente en pesticidas, productos de la limpieza, productos de aseo personal, suavizantes de ropa, colonias, ambientadores,... que les generan problemas neurológicos, respiratorios, dermatológicos, hormonales, cardiacos,...
Con frecuencia, estas personas se ven obligadas a confinarse en sus casas, casi como “personas burbuja” y si consiguen salir a la calle, a hacerlo dotadas de mascarillas especiales.
A los niveles “bajos” a los que estas sustancias generan efectos en estas personas, el resto de la gente puede no percibir, en general, al menos de forma consciente, que nada negativo les esté afectando. Sin embargo, muchas veces, las mismas sustancias que disparan los síntomas de los afectados (sobre todo afectadas, ya que es una enfermedad que mayoritariamente afecta a mujeres) han sido asociadas por una copiosa literatura científica a problemas de salud que afectan a sectores de población más altos y que van desde diversos tipos de cáncer, a alergias y asma, pasando por la infertilidad, enfermedades autoinmunes, enfermedades congénitas y otros muchos problemas.
En cierto sentido, las personas que sufren Sensibilidad Química Múltiple son como los antiguos “pájaros de la mina”, especialmente sensibles a unos contaminantes que nos pueden afectar y que de hecho nos están afectando a todos.
En el sector ecológico somos especialmente conscientes de todas estas realidades y por ello llevamos tanto tiempo trabajando en una forma de producción más sana que no genere ésos problemas. De hecho, resulta llamativo comprobar que muchos enfermos de Sensibilidad Química Múltiple, se ven obligados precisamente a ser consumidores ecológicos, ya que encuentran precisamente en estos productos una vía para mejorar, mediante la reducción a la exposición a tóxicos que representan.
Somos muy conscientes de que nuestra labor contribuye, no solo a esto, sino a prevenir muchos otros problemas sanitarios. Pero necesitamos su colaboración.
Por todo ello, en defensa de la salud general, y al margen de otras cosas concretas en las que en el futuro podamos colaborar en este sentido, solicitamos ahora de ustedes la adopción de medidas concretas en favor de los afectados de Sensibilidad Química Múltiple, manifestando una voluntad política firme de atajar los problemas de salud que derivan de la creciente contaminación química de nuestro entorno y nuestros propios organismos.
Entendemos que, para ello, un primer paso inexcusable, es que se acelere, con su impulso personal decidido, el reconocimiento oficial de la Sensibilidad Química Múltiple, por parte de las autoridades sanitarias, a imagen de lo hecho en otros países antes referenciados, mediante su inclusión, por ejemplo, en la versión nacional de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
El calvario que sufren muchas de estas personas es tal que un país avanzado no puede tolerarlo, demorando por más tiempo la inclusión de esta patología en la lista oficial de enfermedades.
Ésa inclusión esperamos pueda ayudar a mejorar el trato que hoy reciben estas personas, tanto del estamento médico, como de la sociedad en su conjunto.
Animamos también a que su Ministerio se comprometa a promover la prevención de enfermedades ambientales en general, como las que tienen que ver con la creciente toxicidad cotidiana que parece inevitable en nuestra sociedad moderna pero que, como muestra nuestro sector, puede hacerse mucho por reducir.
Ángeles Parra
Presidenta de la Asociación Vida Sana
Directora de BioCultura
Carlos de Prada
Presidente del Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental (Fodesam)
Premio Global 500 de las Naciones Unidas.
Firmantes
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