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29.07.2011
Recomiendan que los análisis de sangre no se hagan en ayunas

Arguyen que los alimentos ingeridos tienen efectos inmediatos sobre la salud que no se detectan en ayunas.

"Los análisis de sangre deberían realizarse tras haber ingerido algunos alimentos para que, de este modo, pudieran detectarse los efectos inmediatos sobre la salud." La afirmación corresponde al Dr. Francisco Pérez Jiménez, catedrático de Medicina en la Universidad de Córdoba y director científico del IMIBIC (Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba) en la Escuela de Nutrición Grande Covián del Instituto Danone, en la UIMP de Santander.

Según Pérez Jiménez, “los alimentos tienen un efecto inmediato en la salud, lo que refuta la idea del efecto único a medio o largo plazo que se admitía hasta ahora. Por ello mismo, esos efectos deben medirse después de comer (estado postprandial)".

El grupo de investigación a cargo del director científico del IMIBIC se ha centrado en el estudio de los efectos postprandiales de las grasas, que son los nutrientes que tienen efectos inmediatos más evidentes sobre el estado de salud. Así, han observado que los lípidos (grasas) ingeridos a primera hora de la mañana tienen una influencia en el estado de oxidación e inflamación de nuestras arterias durante todo el día, por lo que una medición en ayunas puede dar resultados artificiales. Los estudios realizados han demostrado también que los nutrientes tienen además una función moduladora en el metabolismo por medio de la que pueden incluso activar o desactivar genes en el estado postprandial.

En busca de un método estandarizado

Pérez Jiménez ha probado, por ejemplo, cómo la misma cantidad de grasa ingerida en un desayuno produce reacciones diferentes de inflamación y oxidación arterial en función de si la grasa procede de mantequilla o aceite de oliva. "El problema de realizar los análisis después de alimentarse", señala Pérez Jiménez, "está en estandarizar un método para evaluar los resultados de los análisis, pues en el efecto de los alimentos sobre nuestro organismo influyen múltiples factores, entre los que figuran el sexo, la edad, el estado de salud de la persona y su genética."

Estos estudios son básicos para llegar a modular la lipemia postprandial (la acción de las grasas sobre nuestras arterias después de comer) por medio de la selección de los alimentos, lo que redundaría en una importante mejora de la salud cardiovascular a través de la alimentación.

Fuente: JANO

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