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03.09.2011
El cierre de urgencias aviva las protestas por la sanidad

Un millar de personas se manifiestan en Barcelona y anuncian para hoy cortes de las principales carreteras.

Las protestas contra los recortes de la sanidad pública, candentes en toda Catalunya, se trasladaron ayer al centro de Barcelona. Un millar de personas se concentraron a las puertas del Departament de Salut para mostrar su rechazo al tijeretazo del Gobierno catalán que, entre muchas otras afectaciones, implica el cierre definitivo del servicio nocturno de urgencias en más de 56 centros de atención primaria (CAP). Paralelamente, unas 300 personas secundaron la protesta por las calles de Lleida. Ambas manifestaciones coincidieron con los encierros y acampadas frente a numerosos centros asistenciales para evitar su cierre. Hoy continuarán las movilizaciones con el corte de carreteras.

Bajo el lema "Por una sanidad pública de calidad", usuarios y profesionales pidieron la dimisión del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y del conseller de Salut, Boi Ruiz. La concentración estuvo precedida por tres marchas, que salieron a primera hora de la tarde desde los hospitales de Bellvitge, Esperanza y Dos de Maig. A su paso por las calles de la ciudad y camino de la Conselleria de Salut, los manifestantes cortaron algunas vías, entre ellas la Diagonal, que estuvo intransitable durante más de dos horas.

El Govern prevé la clausura de las urgencias nocturnas en 56 centros

"¡A más recortes, más muertos!", gritaban los manifestantes. Con los cierres previstos por el Gobierno catalán, miles de usuarios deberán desplazarse más de 30 kilómetros hasta el punto de atención más cercano si quieren ser atendidos de urgencia cualquier noche. "¿Qué pasará cuando alguien tenga un infarto? Los recortes acabarán con vidas humanas y no se puede tolerar", explicaba Julia Llamazares, enfermera de 48 años.

La marcha que partió del hospital Dos de Maig, y que contó con unos 300 integrantes, se detuvo frente a la sede de Convergència Democràtica de Catalunya. Los manifestantes lanzaron gritos muy duros contra los integrantes del partido que gobierna en Catalunya mientras reclamaban soluciones. "Artur Mas, ¿podrías entender que no todo el mundo puede permitirse una mutua como tú?", preguntaba Nina Paller, usuaria de 64 años.

Sobre las cinco de la tarde, la marcha del Dos de Maig se unió a la del Hospital de la Esperanza, que contó con otros 300 manifestantes. Tanto el Dos de Maig como la Esperanza han sufrido severos recortes. De hecho, el futuro del Dos de Maig sigue en suspense y con él, el de sus 400 trabajadores, pues el Govern anunció su cierre el pasado mes de junio. "¡Menos furgonas y más ambulancias!", exclamaban algunos manifestantes ante la mirada atenta de decenas de policías que vigilaban la marcha.

En Lleida, unas 300 personas también protestaron contra los recortes

Los recortes también perjudican al transporte sanitario urgente, pues además de reducir el número de ambulancias, el ejecutivo de CiU ha apostado por concentrar servicios. "Muchas noches estamos saturados", explicaba Antonio Moya, trabajador del servicio de emergencias médicas.

La concentración acabó con una asamblea improvisada. "Los pacientes que no lleven más de 12 horas en urgencias no tienen derecho a comida", explicaba una trabajadora del hospital Clínic. "Yo estoy enfermo, sufro de asma crónico y tengo que desplazarme durante más de 15 minutos en coche hasta el ambulatorio más cercano en caso de crisis porque durante la noche no hay autobuses", añadía un usuario.

Los manifestantes reclaman una sanidad pública de calidad

A la manifestación acudieron miembros de las acampadas y encierros que tienen lugar en diversos CAP de la zona del Vallès, donde se concentra la mayor parte del tijeretazo. Desde hace semanas, centenares de vecinos protestan contra el cierre definitivo de las urgencias en horario nocturno. "No podemos permitir que nos roben la atención primaria que tanto nos ha costado conseguir", explicaba Clara Valverde, usuaria de 54 años y presidenta de la Liga del síndrome de fatiga crónica.

Pese a que sus protestas se vieron truncadas la madrugada del miércoles por el desalojo de los Mossos d'Esquadra, vecinos y usuarios anunciaron ayer que seguirán acampados, una iniciativa que se ha extendido por toda Catalunya.

La revolución vecinal, formada en su mayoría por gente mayor que teme perder la atención de proximidad, ha llegado también a ciudades como Badalona, Tarragona o Cardona. La intervención de los Mossos y la posterior amenaza del conseller de Interior, Felip Puig, asegurando que de no abandonar las ocupaciones se repetirían los desalojos, han avivado la protesta.

Además, las últimas manifestaciones del responsable del Departament de Salut, Boi Ruiz, que ayer avanzó que aumentará el número de cierres de urgencias nocturnas, han calentado aún más los ánimos. Miembros de las asambleas vecinales de Badia del Vallès y Sabadell afirmaron ayer que su previsión es "continuar indefinidamente, y más aún cuando el Govern no paraliza los recortes sino que los aumenta".

Fuente: Público

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