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07.04.2010
Los compuestos químicos del lugar de trabajo podrían elevar el riesgo de cáncer de mama

Una investigación encuentra relación entre el cáncer de mama y los niveles de exposición ocupacional en mujeres a casi 300 sustancias.

 

La exposición en el lugar de trabajo a compuestos químicos y contaminantes antes de que una mujer llegue a los 30 años podría aumentar en gran medida su riesgo de cáncer de mama después de la menopausia, según un estudio reciente, publicado en Occupational and Environmental Medicine.

En el estudio, coordinado por France Labrèche, de la Universidad de Montreal (Canadá), participaron 556 mujeres de Canadá que fueron diagnosticadas con cáncer de mama cuando tenían entre 50 y 75 años, y un grupo de control de 613 mujeres sin cáncer de mama del mismo grupo de edad. Todas habían alcanzado ya la menopausia.

Los investigadores analizaron los niveles de exposición ocupacional en las mujeres a casi 300 sustancias y encontraron una relación entre el cáncer de mama y varias sustancias. El riesgo de cáncer de mama después de la menopausia fue más alto en las mujeres expuestas a estas sustancias antes de los 36 años y aumentaba con cada década adicional de exposición antes de esta edad.

Las mujeres expuestas a fibras acrílicas en el trabajo tenían un riesgo siete veces mayor de cáncer de mama, mientras que el riesgo fue casi el doble entre las que se expusieron a fibras de nylon. La exposición a hidrocarburos aromáticos policíclicos (que se encuentran en los productos de petróleo) antes de los 36 años triplicó el riesgo de cáncer de mama, informaron los autores del estudio.

Los hallazgos coinciden con la teoría de que el tejido mamario es más sensible a compuestos químicos nocivos si la exposición tiene lugar cuando las mamas aún están activas (antes de que una mujer llegue a los 40 años), señalaron los investigadores. Agregaron que se cree que factores ambientales y del lugar de trabajo contribuyen a incrementar el cáncer de mama en los países desarrollados.



Occupational and Environmental Medicine 2010;67:263-269
 
Fuente: JANO
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