18.12.2011
Los coches emiten el contaminante más tóxico del área barcelonesa
Los vehículos han desbancado a las fábricas como principal contaminador en las áreas urbanas, especialmente en la zona barcelonesa, que por culpa del tráfico rebasa los límites legales de polución fijados por la UE. Los coches son la mayor fuente de contaminación en Barcelona y la más nociva para la salud, destaca un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) tras analizar el impacto en la mortalidad de 26 sustancias químicas distintas de contaminación atmosférica entre 2003 y 2007. "Las partículas procedentes del tráfico son más tóxicas porque son más finas y disponen de más componentes químicos que otro tipo de emisiones”, detalla Jordi Sunyer, director del Creal. Tras el coche, las sustancias más perjudiciales para la salud son el polvo que se deriva de las obras y la construcción, los sulfatos del transporte marítimo y, finalmente, las que produce la actividad industrial.
La incidencia de los vehículos sobre la salud es casi inmediata, hasta tal punto que en las jornadas de tráfico intenso la media de mortalidad diaria en la zona barcelonesa aumenta el 6%, señala el estudio. Los coordinadores del informe recomiendan por ello minimizar la exposición durante las horas de tráfico punta y no hacer ejercicio en las cercanías de las carreteras principales, dado el efecto de los coches sobre la mortalidad, principalmente por patologías relacionadas con las vías respiratorias: por cada 10 microgramos de partículas contaminantes microfinas (de 2,5 microgramos) procedentes por el tráfico, la mortalidad aumenta el 8%. En Barcelona, donde la media de este tipo de partículas contaminantes ronda los 30 microgramos por metro cúbico, la incidencia del tráfico sobre la mortalidad rebasa probablemente el 20%. "No podemos discriminar qué parte de estas partículas que flotan en Barcelona proceden directamente del tráfico, pero son la mayoría", señalan fuentes del Creal.
"El coche es más tóxico porque emite partículas más finas", detalla un experto
Barcelona es una de las ciudades con mayor densidad de vehículos de la UE (6.100 por kilómetro cuadrado, frente a los 1.300 de Londres, por ejemplo). El 56% del parque de vehículos barcelonés, además, utiliza motores diésel. Estos emiten hasta seis veces más partículas finas que los de gasolina. Estos niveles de contaminación generan alrededor del 25% del asma registrado en jóvenes menores de 17 años y en torno al 35% de las enfermedades coronarias y respiratorias que padecen los mayores de 65 años, según estudios anteriores dirigidos por la UE.
Bruselas lleva casi dos décadas reclamando a los países miembros que reduzcan la presencia de contaminantes por el elevado coste que supone en atención sanitaria. La UE determinó que estos países no deben superar una media de emisiones contaminantes de 25 microgramos por metro cúbico, el doble a partir de la cual la OMS considera que hay afectación para la salud. Este límite que impone la Comisión ha sido muy cuestionado por los especialistas en salud y calidad del aire, que lo consideran demasiado permisivo.
En 2010, Barcelona cumplió casi al límite los niveles de partículas que exige la UE por primera vez desde 2005. La mejora, sin embargo, se debió más al parón derivado de la crisis económica que a una cuestión estructural. "Cuando la actividad económica remonte, los niveles volverán a subir", admitió la directora de Calidad Ambiental de la Generalitat, Assumpta Ferran, en la presentación de los datos.
Fuente: El País
Imagen: Joan Sánchez