07.05.2013
'Si la masa de residuos de Flix llega a ir río abajo, ahora estaríamos hablando de catástrofe total'
Narcís Prat-Los tóxicos son sustancias que en cantidades muy pequeñas ya tienen un efecto importante sobre el ambiente o la salud de las personas. Pueden ser tóxicos agudos, cuando matan
Finalmente ha comenzado la extracción de lodos tóxicos del embalse de Flix. Tóxico es un término amplio. ¿Podría aclarar al lector que hay exactamente en este lugar?
Joan Grimalt - Hay sobre todo cantidades importantes de mercurio y compuestos organoclorados, como por ejemplo policlorobifenilos, algunos de los cuales son cancerígenos; DDE y DDT - este último como el mercurio es un neurotóxico, y hexaclorobenceno, que también es cancerígeno. Luego hay radionucleidos que vienen de la descomposición de la cadena de uranio-238, radio, y polonio. Estos últimos no están en concentraciones tan elevadas como los del primer grupo.
Narcís Prat-Los tóxicos son sustancias que en cantidades muy pequeñas ya tienen un efecto importante sobre el ambiente o la salud de las personas. Pueden ser tóxicos agudos, cuando matan, o bien subagudos y en este caso pueden producir, como apuntaba Joan, cáncer u otras consecuencias. En Flix hay una mezcla de tóxicos muy grande. Se sabe lo que hace cada tóxico pero cuando se mezclan no está tan claro que conlleva. En este caso concreto pienso que la mezcla puede ser peor para los organismos que los efectos de uno u otro por separado. Hay, por tanto, un factor de incertidumbre, fruto de la presencia de varios tóxicos que están en contacto.
Cuáles serían los efectos en el Delta del Ebro?
JG-Todos estos compuestos están en el agua del Delta del Ebro todo los organoclorados y el mercurio. El Delta es el lugar natural de deposición de cualquier cosa que se tire al río.
NP-De hecho, mucho antes de que se pusiera de relieve la situación de Flix ya se conocían estos efectos. Por ejemplo, uno de los problemas que se habían observado en la gaviota de Adouin era que los huevos se le rompían y eso era consecuencia de los organoclorados que venían de Flix.
En el Delta, además, hay cultivos ...
JG-Pero aquí hay que precisar que estos compuestos son muy insolubles en el agua, y en este sentido los usos del agua para riego o para beber en general no plantean problemas. Los cultivos en el Delta están bien. Lo hemos analizado y esta sería la conclusión. Aunque los cultivos cumplen todas las normas de sanidad con creces, es mejor solucionar el problema de una vez, y que el agua esté completamente limpia de contaminantes.
NP-El problema no es tanto la parte vegetal sino los animales que acumulan estos tòxicos. Los caracoles del Ebro, por ejemplo, tienen unas concentraciones de metales pesados que hacen recomendable que la gente no coma. Esto es un problema ambiental serio porque afecta a la red trófica.
Se ha publicado que algunos ayuntamientos se han quejado del inicio de los trabajos de extracción porque dicen que todavía no se han terminado las obras de suministro alternativo de agua. ¿Tiene fundamento esta posición?
NP- No. Pienso que es una posición para pedir unas obras que tienen pendientes. Desde el momento que se hace una barrera para proteger los fangos, el agua ya es de mejor calidad con las mismas captaciones que tienen ahora. La barrera se ha hecho con tablestacas. Se trata de unas planchas de acero que se clavan en el suelo y que, encajadas lateralmente con otras, forman una pantalla. De esta manera el agua no pasa por encima de los sedimentos, no erosiona y no se lleva partículas. Por tanto, los municipios aguas abajo no pueden alegar inseguridad. Es, insisto, una medida de presión para conseguir unas obras de abastecimiento alternativas a las que tienen ahora.
JG-La situación es la que dice Narcís. Sí que se había acordado con la Confederación Hidrográfica del Ebro que se harían unas mejoras de las acometidas de agua en la zona. Dentro de este paquete había un grupo de obras que eran imprescindibles en el sentido de que algunos pueblos cogían el agua del freático que estaba conectado al Ebro. Estas obras, según la Confederación, se han hecho. El estudio que hizo la Confederación indicaba que hay varios freáticos de donde se toma agua que no están conectados al Ebro y en este caso-según dijeron-las obras se llevarán a cabo más adelante.
¿Tenemos garantías de que el proceso de extracción de los lodos se hará bien?
NP-El proceso de limpieza consiste en sacar los lodos y llevarlos al vertedero y hacer el tratamiento correspondiente. En principio el proyecto está bien hecho y las instalaciones también, pero evidentemente tiene que haber un control porque alguien puede cometer un error. El control se efectuará aguas abajo para ver cuánto lodo baja y si los organismos están más afectados o menos. La ventaja que tenemos es que hay un estudio previo que nos dio mucha información. Me consta que la empresa estatal que está llevando a cabo la descontaminación está haciendo un seguimiento del agua y un poco de los sedimentos, lo que no tengo claro es cómo hacen el seguimiento de la acumulación de contaminantes en los organismos. Si en este seguimiento, por ejemplo, toman un siluro de vez en cuando, esto no será suficiente. Nosotros estudiamos toda la red trófica (peces, caracoles, gusanos, insectos, etc) y de estos hay unos cuantos, como los siluros o los cangrejos americanos, que son los mejores indicadores de la contaminación pero no sé si el empresa hará un control exhaustivo y continuado. Faltaría un seguimiento científico y sistemático que es lo que propusimos al ministerio en su momento.
Joan, usted manifestó en cierta ocasión que "no se había encontrado ningún otro caso de esta envergadura en Europa" en relación al impacto ambiental. ¿Es realmente Flix el paradigma de los desastres?
JG- A ver, es uno de los casos que reclaman más prioridad de actuación. De todos modos diría, para remarcar un aspecto positivo, que se ha cogido a tiempo. Hay un impacto de contaminación río abajo clarísimo pero a pesar de todo, la gran masa de residuos no ha ido abajo. Si esto hubiera pasado habría sido una catástrofe total, probablemente mucho más grave que la que tuvo lugar en Doñana. La suerte es que se ha identificado a tiempo y el impacto se puede reparar.
En 2015 está previsto que termine el trabajo de descontaminación en Flix. Volveremos a tener entonces un río como si no hubiera pasado nada?
JG- El río es erosivo y por tanto si se quita la masa de sedimentos contaminados al cabo de un tiempo la situación debe ir mejorando. Pero hay algunos puntos que habrá que ver cómo evolucionan. Uno de ellos es el meandro que hay después del pantano donde puede haber quedado algún sedimento y aquí no se hace nada. ¿Qué podría pasar en el meandro? Pues que algunos de los contaminantes quedaran almacenados y el efecto limpieza del mismo río fuera más lento.
NP- Creo que hay dos aspectos a considerar: el impacto real y el riesgo. Si quitamos el fango, sacamos el riesgo. El impacto no desaparece del todo, primero, por lo que acaba de decir Joan y, segundo, porque quedará una fábrica que seguirá teniendo permitido el vertido de mercurio, si bien en cantidades muy pequeñas. A no ser que abandone el uso de este recurso en la producción y lo sustituya por otros métodos más limpios.
De hecho la Unión Europea quiere sustituir la producción del cloro usando mercurio por otras tecnologías menos perjudiciales para el medio.
NP- Sí, ya lo tenían que haber cambiado en 2012, pero se pidieron unas prorrogas.
JG- Esta planta y todas las de Europa deben cumplir un requerimiento en 2016, que es haber pasado de la tecnología de mercurio a la de membrana, por lo tanto tienen sobre la mesa esta decisión. De todas formas aunque no cambien la tecnología y cierren la planta, aquí quedan miles de toneladas de mercurio guardadas y habrá que ver qué se hace.
¿En qué medida la situación a la que se ha llegado ha sido consecuencia de la falta de legislación y en qué medida ha sido el resultado de la inhibición de la administración de no hacer cumplir la legislación existente?
NP- Ha sido por las dos cosas.
JG- Cataluña en los años 50 era como si fuera, no Marruecos, sino Mali! con respecto al medio ambiente. Un día en aquella década tuvieron que evacuar todo el pueblo de Flix por un grave episodio de contaminación pero esto no trascendió a la opinión pública porque se tapó. En tiempos no democráticos las leyes eran de una elevada complicación: en teoría no se podía hacer nada en ninguna parte y en la práctica uno hacía lo que le venía bien. Y esto funciona más o menos así hasta los años 80. A partir de entonces los gobiernos sucesivos fueron obligando a hacer las cosas de otra manera y a poner un vertedero para los residuos que antes la empresa empujaba hacia el río con excavadoras. En la época de Franco la ley era, para según quien, de poca monta y, en cambio a otro se la aplicaban estrictamente. Ahora las leyes se aplican a todos por igual y la actitud de las autoridades ha sido ir en la línea de persuadir a la empresa de trabajar mejor, pero tampoco con la contundencia de pedir un cierre.
NP-Claro, porque ha prevalecido la idea de que había que defender la actividad económica y los puestos de trabajo y si esto tenía una incidencia ambiental, se debía establecer una protección, pero sin prisa. Y la presión de la administración se ha ido modificando en función de si la gente se movilizaba o no. Hay que recordar que en los años 90 arranca el juicio contra la empresa, pero será mucho más adelante, cuando el tema sale en el Telediario por la noche, que esto tiene un impacto general en la sociedad.
Los tribunales acabaron determinando que la responsabilidad de la empresa se limitaba a un período de 5 años cuando la contaminación se había producido durante décadas.
JG- No soy experto en derecho pero la cuestión es que antes no había una legislación clara y por lo tanto no se le podía pedir responsabilidad retroactivamente. No se podía saber cuánto había vertido antes de que hubiera la legislación correspondiente y el juez hizo una estimación proporcional.
NP- Hay que añadir que, como ocurre en muchos delitos ecológicos, este tema no lo llevó siempre el mismo juez. Como son temas muy complejos, a veces un juez no lo ve claro y lo deja a otro, de modo que el contador siempre se va poniendo a cero y por eso estos procesos se alargan tanto.
Muchos de los problemas ambientales -y no ambientales- de España se deben a la confusión sobre quién tiene la competencia sobre una materia determinada. El caso de Flix sería también de este tipo?
JG- El responsable del río como ecosistema es la Confederación Hidrográfica y los gobiernos autonómicos tienen alguna intervención como controles ambientales, o la gestión de los residuos y las competencias del saneamiento. Algunas veces la Confederación delega algunas intervenciones en las autonomías pero quien da permisos o fija límites es la Confederación. De todos modos este ente no pagó ninguno de los estudios que se hicieron en el Ebro en relación a la contaminación: lo hizo la Generalitat
Ha habido una inhibición de la Confederación?
NP- Yo más bien diría que la Confederación va a mínimos. Hay una ley que dice que hay que medir el mercurio una vez al mes, por decirlo de alguna manera, pues la confederación lo hará pero no irá nunca más allá.
El coste de las obras de descontaminación varía según las fuentes. ¿Por qué hay discrepancias?
NP- Muchas veces el presupuesto inicial es una cosa y el coste final otra. Pero aquí hay una partida, que es la de los fondos de cohesión, que está asegurada y lo que costará todo el proceso eso ya lo veremos. El dinero que completa este fondo lo deberá poner el estado y deberá hacerlo seguro porque si no se retirarán los fondos de cohesión.
¿Donde queda el principio de quien contamina paga?
NP- Está claro que la empresa ni tiene ni ha tenido nunca ningún interés en ello. Antes al contrario, llegaron a pagar dinero para demostrar "científicamente" que no había que hacer nada con los lodos, en el momento que se empezaba a discutir esta cuestión. La opción de la empresa era tapar los sedimentos contaminados, pero se hizo un estudio de alternativas sobre los lodos con tres opciones: dejarlos igual, taparlos, o sacarlos. Este estudio demostró que era más barato sacarlos.
JG- Si se hubieran tapado, se habría obstruido el paso del caudal del río en un 60%. Cada vez que hubiera una inundación en Aragón toda aquella agua debería pasar por este espacio reducido. Era como obstruir un desagüe.
Pese a lo que ha sucedido en Flix, la industria química ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años para mejorar procesos y minimizar los efectos negativos sobre el medio
JG- Efectivamente es un sector que ha mejorado mucho y trabaja muy bien. La mitad de la industria química española está en Cataluña y es un sector muy dinámico que exporta mucho, junto con el automovilístico. Esto es esencial para ambos.
NP-Y en la medida que exportan deben ser ambientalmente más responsables: están obligados.
Y, por último, qué lección debemos extraer del caso de Flix?
JG- Es una historia que podemos mirar finalmente de forma positiva en el sentido de cómo ha ido todo. El mundo de la investigación descubre la gravedad de la contaminación, y las administraciones se ponen de acuerdo en trabajar conjuntamente para resolver el problema, a pesar de no ser del mismo partido. Llega después la decisión de sacar los lodos, que no era nada fácil, porque tiene un coste importante. Y todo esto ha pasado sin que llegara la catástrofe.
Pero el coste para el contribuyente será muy elevado
NP- Esto es una historia de éxito desde el punto de vista de todo lo que se ha evitado. Otra cosa distinta es el coste. Dicho de otra manera, aunque hubiera sido más caro no podíamos dejar de hacerlo desde el momento en que tenemos un problema para solucionar y consideramos que la prioridad es el medio. Ha faltado una guinda del pastel que hubiera sido seguir con la filosofía que comenzó todo el proceso cuando se hizo una comisión participativa abierta a los científicos y a la gente del territorio. Cuando este proyecto sale a concurso público prácticamente no hay alegaciones porque casi todo ya se ha discutido antes. En el momento en que Cristina Narbona sale del ministerio, todo este espíritu y esta manera de hacer se van al traste porque el equipo que la sucede no cree en la participación. Si hubiera sido por ellos los sedimentos se habrían tapado, lo que pasa es que tenían los fondos de cohesión disponibles y no podían decir que no. Si la participación hubiera continuado este proyecto se hubiera podido explicar todo el mundo y pudimos discutir cosas tan importantes como cuál será el destino final de todo este lugar una vez acaben los trabajos. Tenemos pendiente elaborar un nuevo proyecto pensando en el futuro.
Fuente. Ecoticias