09.05.2010
Una familia lucha desde hace 10 años por una ayuda por discapacidad
Rafael y Pilar llevan toda la década de juicios y tribunales médicos, pero no han encontrado la fórmula para que a ella se le reconozcan sus dolencias para la pensión a la que "tiene derecho".
TACHI IZQUIERDO, Tenerife
El matrimonio formado por Rafael Muñoz y Pilar Pérez Acosta son un ejemplo de constancia y perseverancia, pues ya llevan una década de lucha empecinada ante las administraciones públicas para que a esta mujer del barrio de Añaza se le reconozca una discapacidad para que "pueda acceder a cobrar una paga".
Pilar hace años que se quedó en paro, después de trabajar 21 años en una empresa de calzados, y en su domicilio sólo entran en la actualidad los 421 euros que cobra Rafael del subsidio de desempleo, que en seis meses ya se acaba.
En el año 2000, tras perder su empleo, Pilar empieza a sufrir los estragos del dolor, pero no fue hasta 2006, y muchos tribunales médicos previos, hasta cuando se le reconoce una discapacidad "física, psíquica y sensorial del 66%".
Tres años antes, se le diagnostica "una fibromialgia, una enfermedad degenerativa que convierte a cada uno de los días de su vida en un sufrimiento de dolores inaguantables, comenta Rafael, quien reprocha que esta afección "en otras regiones del país se reconoce como argumento para aspirar a obtener una pensión".
Al margen de su lucha por la pensión, este matrimonio muestra sus deseos más firmes para que algún día se le reconozca esta condición a Pilar para poder hacer le frente al elevado coste de los medicamentos que cada semana consume como consecuencia de sus males, y que la tienen condicionada a que cada día se tenga que tomar hasta 14 pastillas, que ahora asumen con sus escasos ingresos y alguna ayuda.
En todo este periodo de tiempo se han celebrado varios juicios, con sentencias que han determinado que con la enfermedad de Pilar ella "puede trabajar", según explica su esposo, quien esgrime los informes médicos en los que "le mandan a no subir escaleras o hacer esfuerzos". Rafael Muñoz señala que "ya hemos perdido dos juicios", a pesar de tener reconocida la discapacidad hace 4 años, "al margen de otros problemas de trastorno del sueño, depresiones y el dolor que sufre de manera continua y que cada día irá a peor".
Así las cosas, Rafael se resigna y comenta que "no se si tendremos que seguir otros diez años batallando, en esta lucha incomprensible o, tal vez es no quieren pagarnos todo lo que nos pertenece desde que se le reconoció el grado de discapacidad".
Afirmó que "si mi mujer camina es porque se tiene que mover para evitar quedarse enclaustrada en casa", pero remarcó que "estoy convencido de que a nosotros nos ha tocado la mala suerte y que somos ese pequeño porcentaje al que la Seguridad Social dice que no sistemáticamente y le hace tropezar en la misma piedra".
Fuente: El Día