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21.05.2010
El Síndico vuelve a alertar del uso de los herbicidas

Recordamos que son muchos los ayuntamientos del Estado Español que siguen utilizando herbicida de este tipo como práctica habitual, obviando los perjuicios que producen a la salud de los ciudadanos.

Pide al Ayuntamiento vitoriano que busque métodos alternativos no químicos para «eliminar plagas y malas hierbas» de los parques y jardines

EL DEBATE

Abril de 2008. El Síndico aconseja al Ayuntamiento que deje de utilizar en parques y jardines el herbicida 'Atila' por su toxicidad.
 
Marzo de 2009. Técnicos municipales estudian la idoneidad de un nuevo tratamiento.
 
Abril de 2009. El Consistorio vitoriano decide cambiar 'Atila' por otro producto.
 
Diciembre de 2009. Recuperan el herbicida sustituido porque el nuevo «no es efectivo» y pudo «perjudicar a alguna especie».
 
Los vecinos, el suelo, el aire y hasta las aguas subterráneas. Todos estos elementos se enfrentan a diario, a juicio del Síndico vitoriano, a «la naturaleza tóxica» de los herbicidas que utiliza el Gabinete Lazcoz para «eliminar plagas y malas hierbas en los parques y jardines» de la ciudad. El Defensor del Vecino, Javier Otaola, recupera con este informe su vieja alerta sobre los peligros de estos productos que la primavera pasada ya obligó al Ayuntamiento a estudiar la sustitución de una de estas sustancias por sus supuestas consecuencias negativas sobre los ciudadanos.
 
«Es el momento de realizar algunos recordatorios y volver a plantear la necesidad de mejorar nuestras prácticas en esta materia», insiste el Síndico. Y aporta una solución: cambiar de forma paulatina los actuales métodos químicos por opciones alternativas. Otaola reconoce que la propuesta no resulta sencilla si se tiene en cuenta que los llamados tratamientos fitosanitarios acumulan «evidentes ventajas económicas», que abaratan los trabajos y que los convierten en los sistemas «favoritos» entre las contratas y las empresas de jardinería.
 
Pero también suman varios inconvenientes que en el caso de los ciudadanos se traducen en «alergias, asma, insuficiencias respiratorias, síndrome de sensibilidad química, fatiga crónica...». «No somos verdaderamente conscientes de los efectos negativos», añade. Este listado de posibles efectos podría desaparecer si se recurriera a sistemas, por ejemplo, de carácter manual o ecológicos para el cuidado de las zonas verdes, donde París es referencia y «ejemplo de excelencia». «La capital francesa se ha comprometido a gestionar de forma sostenible la totalidad -82 de sus 480 jardines y plazas se encuentran ya libres de pesticidas- de sus espacios verdes en 2014», explica Otaola.
 
Supresión paulatina
 
El Defensor del Vecino coloca también ese año como «horizonte» para la eliminación total de estos productos, pero recomienda al Gabinete Lazcoz que comience «desde ahora» a suprimir el uso de sustancias químicas en «las zonas más sensibles». Además, recuerda que Vitoria forma parte de la Red Europea de Ciudades Saludables, por lo que «no puede conformarse con las prácticas actuales» que no ofrecen «garantías de salubridad medioambiental» y que están siendo superadas en otros municipios.
 
Eso sí, mientras continúe el uso de herbicidas, aconseja que se viertan «con las máximas garantías: respetando los plazos de seguridad, así como la información previa, señalizando y acotando los lugares».
 
Fuente: El correo
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