13.06.2010
EE UU aplica el hallazgo del médico Ignacio Blanco al estudio de un síndrome de los soldados del Golfo
El neumólogo asturiano recibe el «Asturiano del mes» de febrero como un reconocimiento a todos los colegas que le han apoyado en sus investigaciones sobre la fibromialgia
Oviedo, P. Á.
Un grupo de médicos de Estados Unidos proyecta aplicar los hallazgos del neumólogo Ignacio Blanco, «Asturiano del mes» de febrero de LA NUEVA ESPAÑA, al estudio de las causas de que una apreciable cifra de soldados veteranos que participaron hace veinte años en la guerra del Golfo hayan desarrollado cuadros patológicos de fibromialgia, fatiga crónica e hipersensibilidad a determinados agentes químicos.
Los trabajos científicos del neumólogo ovetense fueron reconocidos ayer por LA NUEVA ESPAÑA con la entrega del «Asturiano del mes», una distinción que recibió «abrumado» -según sus propias palabras- y que quiso compartir «con todos los colegas que me han ayudado en unos trabajos que están alcanzando una importante repercusión fuera de España».
Varios de estos colegas, así como su familia al completo, le acompañaron en la recepción de los atributos del galardón, que le fueron entregados por Melchor Fernández Díaz, consejero de Editorial Prensa Asturiana, y Ángeles Rivero, directora de LA NUEVA ESPAÑA. Ángeles Rivero destacó que Ignacio Blanco «ha conseguido convertirse, desde Asturias, en una referencia mundial en el estudio del déficit de la proteína Alfa1-Antitripsina (AAT)».
Se da la circunstancia de que, el pasado mes de diciembre, Ignacio Blanco fue jubilado de forma forzosa de su puesto en el Hospital Valle del Nalón. Esta medida originó una movilización de los afectados por el déficit de AAT. En febrero, el colectivo que los aglutina -la Fundación Alpha1, con sede en Estados Unidos- difundió un comunicado en el que reclamaba que el médico continuara investigando. Por el momento, esta pretensión -que coincide con la aspiración del propio facultativo- no se ha visto materializada.
El doctor Blanco y sus colaboradores acaban de publicar en la revista «Clinical Rheumatology» un artículo cuya conclusión más relevante es la constatación de un incremento del número de mastocitos en la dermis papilar de todos los casos de fibromialgia estudiados.
«Nuestro estudio sugiere que la fibromialgia es una condición relacionada con el mastocito», señala Ignacio Blanco, quien precisa que los mastocitos están presentes en la dermis y las mucosas de todo el cuerpo humano, liberan diversos productos capaces de provocar efectos locales y sistémicos (si alcanzan la sangre) y originan estímulos capaces de generar la hipersensibilidad del sistema nervioso central típica de la fibromialgia.
Estos hallazgos, según el neumólogo asturiano, «abren nuevas líneas de investigación sobre los mecanismos, el diagnóstico y el tratamiento de la fibromialgia y la fatiga crónica». No obstante, también evidencian que «son necesarios más estudios en animales y humanos para avanzar en este campo».
Los inicios de Ignacio Blanco en la investigación de la fibromialgia estuvieron marcados por una cierta casualidad. Inicialmente, su interés por la AAT se centraba en el papel que desempeña en algunas enfermedades respiratorias. Pero descubrió que también está crucialmente implicada en la aparición de la fibromialgia, un síndrome de incidencia creciente, particularmente entre las mujeres, caracterizado por dolores de larga duración en los músculos y en las articulaciones de todo el cuerpo.
El déficit de alfa1antitripsina es una enfermedad rara, cuya incidencia aproximada es de un caso por cada 2.000 personas. Se estima que en Asturias puede haber unos 400 afectados por esta patología, que consiste en la carencia hereditaria de una proteína que produce el hígado y que tiene una función inhibidora contra infecciones o inflamaciones. Entre las muchas enfermedades que origina el déficit de AAT figura la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Según el doctor Blanco, «entre los enfermos de fibromialgia hay el doble de personas con el déficit de AAT».
Fuente: Lne