Que productos químicos como el PVC o los pesticidas son malos para la salud no es nada nuevo. Se les ha acusado de favorecer el cáncer y de contaminar ríos y mares con sus toxinas. Richard Stahlhut, investigador de la Universidad de Rochester (Nueva York), ha ido más allá: está convencido de que estos productos están detrás de la epidemia de obesidad y diabetes que sufren los países desarrollados. El profesor Stahlhut explicó ayer su teoría en una conferencia en la Facultad de Medicina organizada por el Grupo de Investigación de Salud Pública y Epidemiología que dirige Alberto Torres.
- Es conocida la influencia de una mala dieta o la falta de ejercicio en la obesidad y en la diabetes. Usted defiende que también algunos productos químicos pueden estar detrás de este problema.
- Lo que yo sugiero es que hay dos tipos de obesidad. Ésta es la nueva idea. Mucha gente piensa que estoy loco y quizá lo esté (bromea). Un tipo de obesidad está relacionada con comer demasiado y hacer poco ejercicio, con lo que lógicamente el peso aumenta. No creo que sea algo particularmente malo para el individuo o amenazante salvo si es un caso extremo. La naturaleza, la evolución o como queramos llamarlo, nos ha diseñado para reservar la energía extra, acumular la grasa para cuando la necesitemos. Deberíamos ser capaces de reservar y luego perder esa grasa cuando andamos o hacemos ejercicio. La idea de que este tipo de obesidad está relacionado con la diabetes es simplemente absurda para mí. Creo que hay otra explicación: hay otro tipo de obesidad que se produce cuando nuestro sistema energético no funciona. ¿Por qué? Pues porque los pesticidas y otros contaminantes químicos presentes en el mundo desde hace 60 o 50 años se concentran en la grasa del cuerpo. Impiden que la grasa se queme. Hay una alteración del sistema endocrino y, con ello, aparece la obesidad y la diabetes.
- ¿Qué estudios le han llevado a esta conclusión?
- Parte de un estudio con animales, con ratones. A unos se les dio carne de salmón purificada, y a otros sin purificar, es decir, con los contaminantes químicos (pesticidas, etc) presentes en la grasa del salmón. Los resultados fueron mucho peores en este último grupo: había mucha más obesidad y diabetes. Es un estudio que se ha tomado como referencia para hacerlo ahora en humanos. Hay gente obesa que desarrolla diabetes, hipertensión, etc. Y otra gente obesa que no tiene todos estos problemas. El objetivo es extraer grasa de los pacientes y comprobar esta acumulación de químicos.
- ¿De qué productos químicos hablamos?
- Diferentes tipos de pesticidas y muchos productos como el PVC, algunos plásticos... Algunos de estos productos son habituales por ejemplo, en los supermercados, en botellas de plástico, o en los envoltorios de los alimentos.
Fuente: La Verdad
Imagen: G CARRIÓN / AGM