13.06.2010
Miles de campesinos marchan en Haití para rechazar semillas transgénicas
475 toneladas de semillas donadas por la multinacional Agroindustria Química Monsanto al gobierno de Haití fueron rechazadas por los campesinos con una masiva protesta en Hinche Norte, Haiti, en los primeros días de junio. Las manifestaciones continúan.
Al menos 20 mil personas marcharon desde la localidad de Pacaya hasta el parque Charlemagne Peralte, repudiando la donación, a la que considerarían una "amenaza" para el medioambiente y la "soberanía alimentaria".
Con pancartas corearon eslóganes contra el Presidente René Preal y reclamaron la expulsión de Monsanto del país.
“El gobierno haitiano usa el sismo para vender el país a las multinacionales”, denunció Jean-Baptiste Chavannes, coordinador del movimiento Campesino Papay (MPP) y dirigiéndose a los manifestantes dijo, “debemos luchar por nuestras semillas locales, debemos defender nuestra soberanía alimentaria”, informó Thalles Gomes en la Revista Pueblos.
La MPP convocó a quemar las semillas de maíz proveniente del Ministerio de Agricultura. “Se trata de un nuevo terremoto más peligroso a largo plazo del que ocurrió el 12 de enero. No se trata de una amenaza, sino de un ataque muy fuerte a la agricultura campesina, a los campesinos y a las campesinas, a la biodiversidad, a las semillas criollas que estamos defendiendo, a los que queda de nuestro medioambiente en Haití”, explicó su coordinador.
Un comunicado de Monsanto informó que las semillas donadas son híbridas convencionales, ya usadas en República Dominicana”.
El cura francés Jean Yves Urfié, ex profesor de química del Collége Saint Martial, en Puerto Príncipe también denunció la situación el pasado 10 de mayo.
Alerta por semillas en circulación
“La empresa Transnacional Monsanto está ofreciendo a los agricultores del país un regalo mortal de 475 toneladas de maíz transgénico, junto con fertilizantes asociados, pesticidas”.
Urfié alertó además que las semillas ya se comenzaron a distribuir en las regiones Gonaives, Kenscoff, Pétion-Ville, Cabaré, Arcahaie, Croix-des-Bouquets y Mirebalais.
El traspaso de las semillas se realizó de acuerdo a la iniciativa de la agencia pública estadounidense de ayuda al desarrollo (Usaid) y el proyecto Winner.
Unsaid fue creada en 1961 para “promover los intereses de la política externa de Estados Unidos en la expansión de la democracia y de los mercados libres, mejorando la vida de los ciudadanos del mundo en desarrollo”.
El proyecto Winner (vencedor) fue lanzado en octubre del 2009 por la Usaid y explican sus representantes que las semillas son parte de la construcción de un “futuro sostenible”. Incluidas van una asistencia técnica, servicios, insumos agrícolas, pesticidas y fertilizantes.
La semillas no las reciben los campesinos directamente sino tiendas administradas por Unsaid y vendidas “a precio rebajado” a los campesinos. Los mismos luego tendrán que pagar por los productos químicos de los cuales las semillas dependen para su cultivo.
“Nuestra meta es alcanzar 10 mil agricultores en esta temporada”, señala Jean Robert Estimes, director del proyecto Winner.
Joana Ford, Ministro de Agricultura de Haití dijo en rueda de prensa que “Haití no tiene la capacidad para administrar los OGM.” “En ausencia de una ley que reglamente la utilización de OGM en Haití, no puedo permitir la introducción de semillas transgénicas”.
Monsanto se pronunció informando que “movida de un espíritu de generosidad donaba maíz y semillas de hortalizas de calidad” por lo que 60 toneladas semillas de maíz híbrido, repollos, zanahoria, berenjena, melón, cebolla, tomate, espinaca y sandía llegaron la primera semana de mayo.
Se prevé que en los próximos 12 meses más semillas hibridas de maíz sean distribuidas a los agricultores del país.
De acuerdo a estudios previos publicados y a informes de diversas asociaciones las semillas transgénicas significa un costo adicional muy elevado a los campesinos ya que no funcionan sin los fertilizantes y pesticidas. Tampoco pueden usar las semillas nuevas de los brotes por lo que los obliga a comprar semillas cada año y más fertilizantes y pesticidas provocando altos niveles de contaminación en la tierra y luego en las aguas que serán bebidas por las familias.
Las personas enfermas deberán comprar medicicamentos que serán proporcionados por las mismas multinacionales, indicaron los expertos.
Fuente: La época
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