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02.07.2010
Barcelona vuelve a incumplir los límites de contaminación atmosférica

El área metropolitana de Barcelona continúa por encima de los niveles estipulados por la normativa europea de emisión de partículas en suspensión. Y los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), proveniente principalmente de las combustiones y que este 2010 por primera vez tenían que limitarse a 40 microgramos por metro cúbico de aire, superan los 55 microgramos de media. En ciertos puntos, como la salida de la Diagonal en hora punta, llega a los 90.

 Esta es una de los datos que se han expuesto en la Jornada europea de ciudades y regiones para la mejora de la calidad del aire que se celebra en el Palau de Pedralbes de Barcelona. Científicos y gestores de todo el continente se reúnen para contrastar la situación de la contaminación atmosférica, y para mostrar iniciativas de mejora que pueden servir como modelo de solución.

En el caso de Cataluña, los datos demuestran que la polución de origen industrial, sobre todo de las metalúrgicas, ha disminuido considerablemente. Al tratarse de fuentes localizadas de emisiones, ha sido relativamente fácil intervenir. Por ahora, la mayor parte de emisiones de partículas y de NO2 provienen del tráfico de vehículos (más de un 50% en zonas urbanas) y de la construcción y demolición de edificios.

En Barcelona, prácticamente todo el centro de la ciudad supera los valores deseados, y esto es especialmente evidente en el Eixample, donde un altísimo volumen de tráfico rodado encajado entre edificios altos impide que la contaminación -por combustión y por la erosión de la asfalto- se disperse. También son altos los niveles al lado de las rondas. Y de manera temporal, debido a la tuneladora del AVE y de los camiones que participan en la obra, en la zona de la Sagrera.

Este altos niveles se deben sobre todo, según ha expuesto Xavier Querol, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, a que la densidad de vehículos en Barcelona es de las más altas de Europa. Y, además, cada vez un mayor porcentaje de los coches particulares son de motores diesel (ya superan la mitad de la flota total), que generan hasta diez veces más elementos contaminantes que los de gasolina. Aunque en el último año por primera vez se ha registrado un leve descenso del número total de vehículos en Barcelona, la solución precisaría de una bajada drástica del tráfico en la ciudad.

Alto nivel de incumplimiento de la normativa europea

Los datos actuales evidencian que la aplicación de la normativa europea no ha sido tan eficaz como se preveía. El 10% de los ciudadanos del continente, y el 20% en el caso español, viven en zonas que superan los niveles límite de NO2. Y en el 50% de las aglomeraciones urbanas europeas se supera la cantidad marcada de PM10 (las partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras).

En Cataluña, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, por requerimiento de la normativa europea, elaboró el Plan de Calidad del Aire en el año 2007, pero no se está aplicando con la rapidez y efectividad necesarias para conseguir los objetivos marcados . Se puso en marcha la limitación de velocidad (considerada como ejemplificadora por parte de los expertos europeos en la materia), pero muchas de las 73 medidas que contempla no se han implementado aún.

Efectos en la salud desde antes de nacer

El esfuerzo por controlar la calidad del aire responde sobre todo a los efectos sobre la salud humana. Jordi Sunyer, codirector del CREAL, y Michal Kryzanowsky, del Centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud de la OMS han expuesto las evidencias científicas relacionadas la contaminación atmosférica con afecciones cardiovasculares, arteriesclerosis y la mortalidad prematura en adultos. Se estima que los niveles de contaminación acortan la esperanza de vida de los europeos, como media, en 9 meses. Y el día siguiente a una alta concentración de partículas se registra un 3% más de muertos. Se calcula que, en Barcelona, 30.000 muertes anuales están relacionadas con la polución del aire.

Según diversos estudios, donde hay más contaminación por tráfico, aumenta la incidencia de asma (y la frecuencia de los episodios sintomáticos), infecciones y alergias. Ahora, además, se tiene constancia de que la polución del aire es también la causa de aparición de estas afecciones, y no sólo de su agravamiento.

Los últimos estudios del CREAL se han centrado en medir los efectos de la calidad del aire en el desarrollo prenatal. Los primeros resultados indican que en los casos en que las madres han estado expuestas a niveles elevados de NO2 durante el embarazo, los bebés han pesado un promedio de 80 gramos menos al nacer, y también afecta otros aspectos del crecimiento del feto.

La buena noticia es que, conociendo las causas, se puede actuar para evitarlas, aunque políticamente no resulta fácil.

Buenas prácticas para tomar ejemplo

Limitar el tráfico en el centro de las ciudades, prohibir los vehículos con motores altamente contaminantes, bajar el límite máximo de velocidad y actuar sobre las emisiones de las industrias son algunas de las medidas que se han mostrado más efectivas para mejorar la calidad de la aire en diversos lugares europeos. Y estas jornadas ofrecen la ocasión de contrastar experiencias para tratar de extender su aplicación. Representantes de diferentes ciudades hablan con detalle de casos con el peaje de Londres o Estocolmo, o de las zonas de baja emisión de Berlín y otras ciudades europeas.

Tenéis más información en el reportaje: Receptes per respirar. Com millorar la qualitat de l'aire a les nostres ciutats

http://www.sostenible.cat

Fuente: Ecoticias


 

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