02.03.2010
La implicación directa del paciente, clave en la gestión de las enfermedades crónicas
"El sistema sanitario de los países del mundo occidental no está preparado para dar una respuesta adecuada a las necesidades de los pacientes crónicos", según se concluyó en el II Congreso Nacional de Atención al Paciente Crónico, celebrado, recientemente, en Santiago de Compostela. Ante ello, se precisa desarrollar nuevas vías para sensibilizar a todos los agentes involucrados, nuevas y más efectivas formas de educación terapéutica, y nuevas herramientas orientadas a apoyar al paciente en todo momento y circunstancias, a lo largo de su proceso de cronicidad
Durante los pasados 25 y 26 de febrero, 800 profesionales de diferentes ámbitos abordaron temas relevantes sobre la cronicidad de las enfermedades en el marco del II Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, celebrado en Santiago de Compostela , con la participación de representantes de todos los sectores implicados en esta temática.
Todos los presentes coincidieron en afirmar que el papel del paciente crónico es fundamental en la gestión de su propio cuidado, bien directa o indirectamente a través de su entorno inmediato o de asociaciones de pacientes. En este sentido, "la formación y la calidad de la información que reciben son elementos clave”, explicó el doctor Félix Rubial, presidente del Comité Científico del Congreso.
En su opinión, “es preciso que el sistema sanitario ponga a disposición de estos pacientes todos los mecanismos necesarios para ayudarles, como las escuelas de pacientes, las comunidades virtuales o las redes sociales”.
Durante el Congreso, diversos expertos, entre ellos los doctores Bernardo Valdivieso Martínez, del Hospital la Fe de Valencia; Joxe Artetxe, del Hospital Donostia de Guipuzkoa; Fernando López Rodriguez, del Instituto de Salud Carlos III de Madrid; y Alberto Ruiz Cantero, del Hospital de la Serranía de Ronda de Málaga, analizaron las experiencias y modelos de gestión de enfermedades crónicas en España haciendo especial énfasis en la continuidad asistencial, la integración de servicios, la implicación del paciente, la multidisciplinariedad y en la evaluación de resultados. Una de las conclusiones a las que se llegó es que "actualmente, no existe un único modelo organizativo de gestión de enfermedades crónicas que sea aplicable a todo el país".
Además, el sistema sanitario de los países del mundo occidental no está preparado para dar una respuesta adecuada a las necesidades de los pacientes crónicos. “Tenemos un sistema sanitario orientado a la Medicina de agudos, bastante efectiva y eficiente. En cambio no hemos sabido adaptarnos ni al cambio en el patrón epidemiológico, ni a la introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, ni tampoco a los cambios acontecidos en los propios pacientes, cada vez más exigentes, mejor informados, y más decididos a asumir responsabilidades en el autocuidado. Ese es el gran reto pendiente que tendrá que abordar de inmediato el sistema sanitario, y del que un gran número de profesionales ya han tomado conciencia”, señaló el doctor Rubial.
En España, y debido a las diferencias existentes entre los sistemas sanitarios de las distintas Comunidades Autónomas españolas, la gestión de las enfermedades crónicas, como se apuntó, requiere un modelo organizativo concreto para cada una de ellas.
El paciente crónico, en el centro del cambio
El paciente crónico es el elemento central de todo el cambio de modelo de gestión, por lo que su implicación es imprescindible. Para ello, el sistema sanitario debe desarrollar nuevas vías para sensibilizarlos, nuevas y más efectivas formas de educación terapéutica, y nuevas herramientas orientadas a apoyar a este tipo de enfermo en todo momento y circunstancia, a lo largo de su proceso de cronicidad.
“Hoy en día, la atención al paciente crónico se basa en la anticipación, en prevenir e, incluso, en predecir más que en curar. En este sentido, es preciso trabajar en equipos multidisciplinares y de manera integrada para lo que es imprescindible determinar con claridad las responsabilidades de cada profesional, y de esta manera poder dar entrada a nuevos roles y nuevos profesionales con el fin de depositar una mayor responsabilidad en los pacientes”, indicó el doctor Rubial a la hora de abordar los grandes retos a los que se enfrenta el sistema sanitario actual con respecto a los enfermos crónicos.
Al respecto, el decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Berkeley Stephen Shortell, se detuvo en el "conocimiento, auto-cuidado y ejercicio adaptado a las posibilidades y capacidades de cada uno". Según este concepto, los enfermos se cuidan a sí mismos, siempre, por supuesto, con la ayuda de médicos, enfermeros y demás personal sanitario.
La realidad social de la mayoría de los países occidentales apunta a un incremento de enfermedades crónicas, como la diabetes, la depresión, el asma y las enfermedades cardiovasculares. Esta situación viene propiciada por el envejecimiento de la población, lo cual provoca que muchos pacientes tengan "más de una enfermedad crónica", señaló Shortell.
Incentivos para el profesional
Otro punto fundamental, según este experto, es "la fijación de objetivos". En este sentido, señaló que "hay que poner números, como por ejemplo, reducir un 20 por ciento las tasas de hipercolesterolemia". Los objetivos, ha dicho, "suponen un incentivo para el trabajo bien hecho".
Los incentivos, a juicio del profesor norteamericano, "pueden ser también económicos, es decir, pagar más a médicos de Atención Primaria para que coordinen eficientemente el manejo de determinado número de pacientes crónicos, por ejemplo". Asimismo "se puede incentivar a través de reconocimiento, con premios, o con apariciones en los medios de comunicación". La idea de incentivar se puede aplicar también para conseguir que los médicos se adapten a las nuevas tecnologías, así como para que los pacientes crónicos se involucren en el manejo de su enfermedad".
Por último, y tras constatar que la situación de España revela un 40 por ciento de pacientes crónicos, porcentaje que aumenta ostensiblemente en los mayores de 65 años, en los que a menudo se juntan más de una enfermedad crónica, Shortell destacó la importancia del papel de la prevención de enfermedades, así como de su rápida detección. En este sentido, el experto ha citado el ejemplo, de la alimentación de la gente joven. "Hay que intervenir y fomentar hábitos de vida sanos".
Como balance del Congreso cabe señalar que se analizó la situación en Europa y en España para buscar la visión de la integración sociosanitaria, analizando aspectos novedosos como las comunidades virtuales y las redes sociales, entre otros.
Finalmente, el doctor Rubial destacó la ponencia del consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa, quien ofreció una visión política de la cuestión a partir de su dilatada experiencia técnica; Ellen Nolte aportó la visión europea; Stephen Shortell, la estadounidense, con el abordaje de aspectos de innovación en la gestión de enfermedades crónicas; y, por último, la mezcla de la visión humanista y técnica, por parte de María Ángeles Durán: socióloga, investigadora y también enferma crónica”.
Fuente: Médicos y Pacientes
Imagen