24.10.2010
Plaguicidas hasta en los huevos
Por Graciela Cristina Gomez*
Escrito por Dra Graciela Gomez Tratando de olvidar la disparatada noticia llegada desde Ibarlucea, Santa Fe, donde los envenenadores alegan que “el niño con rastros de pesticida en su sangre se debe a alguna fruta que comió y que sus padres deben informarse mejor” nuevas evidencias de estas ilegalidades confirman una frase de Fabian Tomasi , el aeroaplicador afectado por los agroquímicos, cuando nos decía : “Tarde o temprano esto nos va a matar a todos”
La ignorancia supina de los delincuentes que atentan contra la vida no tiene límites.
Raya en lo absurdo, echarle la culpa a una fruta, cuando el piretroide usado también descompuso al aplicador quien fue visto sentado en un galpón reponiéndose después de usar el insecticida . Ninguna plantación de manzanos, kiwis o acelgas se puede divisar en la zona del hecho, solo leguminosas. Pero hay que darle crédito al aplicador y como el piretroide afecta al sistema nervioso, quizá una larva o insecto muerto después de su fumigación, logró conmoverlo más que un niño enfermo y solo se sentó a meditar sobre el crimen cometido.
A ello debemos agregar las manifestaciones de un analista agropecuario para quien la jornada del Diputado Juan Casaña en la Cámara de Diputados de La Nación días atrás, “fue un debate sin ideologías”, algo que parecen poseer todos los que opinan lo contrario a sus intereses. El legislador anfitrión se despachó con la frase -“Al inocularse embriones con glifosato se cometió un primer error, ya que un feto jamás toma contacto con el herbicida y es erróneo extrapolar esos resultados” .
El estudio del Dr Gilles Seralini que confirmó después de 18 horas de exposición a concentraciones bajas, de herbicida cómo las células de placenta humana comenzaron a morir, es una conclusión que nada le representa al diputado devenido cientìfico . Si atraviesa un 20% la pared de la placenta y llega al feto, algo que está negando al igual que lo hizo el Ministro Lino Barañao, deja a las claras que esas reuniones son una pérdida de tiempo, un gasto para el pueblo que paga los cafesitos que se sirven en el recinto y una estéril conclusión que más que aclarar oscurece. La finalidad es hacer que hacen y ser tapa de algún folleto inoculante.
Pero no podemos pedir tanta ciencia ni cordura en algunos políticos. Gracias que asisten a algún quórum, cuando la mayoría de las veces ni saben lo que se está votando.
Dejando de lado el tema por demás aburrido y predecible de estos personajes caricaturescos vayamos a lo importante.
Nunca imaginaría que un huevo frito además de la vitamina B , proteínas y las grasas saturadas que nos representa , también tienen plaguicidas adentro.
Si ,entendió bien. El dato lo he recibido gracias a la generosidad del ingeniero agrónomo Francisco Roberto Caporal, Magíster en Extensión Rural y Doctor en Agroecología y Desarrollo Sustentable desde Brasil, donde se desempeña en la Asistencia Técnica y Extensión Rural del Ministerio del Desarrollo Agrario de ése país.
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